CONCEPTO

Herencias sociales y situacionales en donde uno hace propio un mal ajeno y un espíritu que lejos de ser crítico, se torna autocrítico y autodestructivo. Fallas mentales en donde el corazón termina fallando de igual forma por su falta de fe y por su falta de riego. Un laberinto mental que se vuelve drama, pues más allá del trauma de lo vivido sin vivir, resulta complicado y complejo a la vez el no sentir cierta lástima personal por haber sido incapaz de aprovechar un potencial que bien sería digno de ser mencionado o hasta alabado en cierta época ya lejana.

Con este álbum no pretendo absolutamente nada, y de pretenderlo sería tan imbécil que bien podría hacer un Track número 11 para tratar dicho problema de inconsciencia. Y es que a nadie le interesa lo más mínimo, y lo acepto, y a nadie le importa o le importará lo más mínimo, y lo acepto.

Simple desahogo personal y simple ejercicio creativo desde el que una vez más busco desconcentrarme del mundo y de mi apática y estúpida presencia, pudiendo soltar lastres mentales que me dejan en muchos casos con esa sensación de querer llorar y no poder. ¿Y el 242 tan presente en todos lados? Un adorno o un disfraz desde el que llamar a la numerología y a los ángeles, en un intento de reclamo burdo y absurdo por pedir ayuda de algún lugar con fuerza para cambiar mi entorno, mis pasos y mi suerte.

Sin más... Un drama mental.

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CONCEPT

Social and situational legacies where one makes someone else's evil one's own and a spirit that, far from being critical, becomes self-critical and self-destructive. Mental failures where the heart ends up failing in the same way due to its lack of faith and its lack of irrigation. A mental labyrinth that becomes drama, because beyond the trauma of what has been lived without living, it is complicated and complex at the same time not to feel a certain personal pity for having been unable to take advantage of a potential that was worthwhile in a certain past.

With this album I don't pretend anything at all, and if I did, I would be so stupid that I could do a Track number 11 to treat this problem of unconsciousness. And it is that nobody has the slightest interest, and I accept it, and nobody cares or will care in the slightest, and I accept it.

Simple personal relief and simple creative exercise from which I once again seek to deconcentrate from the world and my apathetic and stupid presence, being able to let go of mental ballasts that leave me in many cases with that feeling of wanting to cry and not being able to. And the 242 so present everywhere? An ornament or a disguise from which to call the numerology and the angels, in a coarse and absurd attempt to claim help from somewhere to change my environment, my steps and my luck.

No more... A mental drama.